miércoles, 27 de enero de 2010

Asi terminaba la carta...

Y después que el tiempo se comió las inseguridades, y arrastro las dudas, los celos, las broncas... todo termina como empieza, con una carta sin destino asegurado, tan impropia que araña el sin sentido... y en el ultimo párrafo decía así:


Hubo tantos altos y bajos que lograron marearme... y pasó tanta agua abajo del puente, que siguió corriendo.... abrazó al río, le dio la mano al mar y terminó en un océano infinito... se encontró con otras aguas y se evaporaron para emprender un nuevo recorrido...
A nosotros nos queda la mejor parte, y es el hecho de saber que un pedazo de universo siempre va a ser nuestro, por más que pasen millones de años, es intransferible, es tan único y tan de los dos, que se vuelve inmortal...



Era lo único que me importaba dejar en claro....