martes, 17 de noviembre de 2009

Receptor de culpas...


Tu falsa soledad me desborda, me desespera, me grita continuamente que es mentira y no deja de recordarme que en realidad me pertenece...

Es fácil entregarle las culpas a terceros... el problema es que la culpa es tan mía que con terceros no me alcanza...provablemente necesite cuartos, quintos y quizás, algún que otro sexto...

Pero vos vas a seguir adelante, mostrando toda tu sangre, gritando cada vez mas fuerte, pero siempre de pie, mirando de reojo para afirmar que alguien te siga... asegurándote de que, incluso YO, esté entre aquella la multitud... un silencio, un respiro y un nuevo relámpago de dolor... y justo en ESE momento, probablemente necesite un SÉPTIMO receptor de culpas...

Pero los silencios a veces son más verborrágicos que los borrachos, y el tiempo no siempre es tan efectivo como dicen... la confusión es mucho más tenebrosa que el propio miedo y mi angustia suele ser demasiado comprensiva para quien se la merece...

Es necesario un poco de justicia... juntemos nuestras culpas, abracémoslas por la libertad que ellas representan pongámoslas en el medio de los dos y quemémoslas en memoria de cada momento... respiremos la melancolía que expulsan, dame la mano y conozcámosnos otra vez...
Imágen:
René Magrite "La duración apuñalada"
En esta atmósfera cargada de tensión, el hecho de que una locomotora atraviese la pared de la chimenea, aunque totalmente absurdo, no deja de ser un alivio....

1 comentario:

  1. la imagen es como el accesorio perfecto del texto. que crudo marian, me gusta

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